La Copa América es una buena oportunidad para reunirse con amigos y disfrutar del fervor que genera el seleccionado de México. Es lo más parecido a una Copa del Mundo, competición que recién volverá a disputarse en el 2026. Por este motivo, más allá de quienes siguen el evento por televisión, muchos fanáticos mexicanos aprovechan el marco deportivo para viajar, disfrutar unas horas fuera de su país y ver el partido en vivo.

La mejor opción para llevar a cabo este itinerario es el partido que México disputará el próximo 30 de junio con Ecuador en el State Farm Stadium, en Glendale, Arizona. La ciudad está situada a sólo 300 kilómetros de la frontera y el estadio es un emblemático epicentro deportivo: fue sede del Super Bowl en tres oportunidades, de la Copa América Centenario en 2016 y de la Copa de Oro de la Concacaf en 2009, 2015 y 2019.

Cómo es el estadio de México-Ecuador

El estadio, con capacidad para 63.400 espectadores, es conocido como el hogar de los Arizona Cardinals de la NFL. Destaca por su avanzada tecnología, que incluye un techo retráctil que ofrece una solución eficaz frente a las extremas condiciones climáticas de la región. Asimismo, cuenta con un innovador sistema que permite remover y reinstalar su campo de césped natural en cuestión de minutos, una característica que subraya su sofisticación.

Ubicado en Glendale, a escasos 16 kilómetros del centro de Phoenix, el estadio no es el único atractivo de la zona. Los visitantes pueden disfrutar de una amplia variedad de opciones de entretenimiento, desde casinos y spas hasta el zoológico Wildlife World y el parque de aventuras Mattel. Además, el centro histórico de Glendale ofrece una encantadora experiencia de compras con sus galerías de arte, boutiques y tiendas comerciales.

Ir a ver México vs Ecuador por Copa América en los Estados Unidos es un gran plan. Mucho más si se puede ir y volver en el mismo día. Lo cierto es que esto no es posible para cualquier mexicano, sólo para aquellos que vivan cerca de la frontera o consigan vuelos oportunos.

Desde México a Arizona

Una de las opciones más rápidas y convenientes es tomar un vuelo directo. Los vuelos desde la Ciudad de México a Phoenix están disponibles con aerolíneas como Aeroméxico, American Airlines y Volaris y permiten llegar a Arizona con suficiente antelación al partido y regresar a la Ciudad de México el mismo día.

Para aquellos que parten desde Guadalajara, Volaris y American Airlines ofrecen vuelos directos a Phoenix con una duración aproximada de tres horas. Igualmente, los vuelos directos desde Monterrey operados por Aeroméxico y American Airlines tienen un tiempo de vuelo similar.

Para quienes parten de otras ciudades, deberán optar por vuelos con escala. Desde Tijuana se pueden encontrar vuelos con una sola escala, generalmente en ciudades como Los Ángeles, operados por aerolíneas como Alaska Airlines, Delta, y United. Aunque este viaje puede extenderse a un total de cinco a siete horas, sigue siendo una opción viable para viajes de un día.

Incluso los vuelos desde Cancún a Phoenix con escalas en Houston o Dallas, operados por American Airlines o United, tienen un tiempo total de viaje que varía entre seis y ocho horas.

Viajes en autobús

Para los residentes de ciudades fronterizas, el viaje en autobús puede ser una opción económica y directa. Compañías como Greyhound y Tufesa operan servicios desde ciudades como Nogales, Mexicali, y Tijuana hasta Phoenix. El trayecto toma aproximadamente de cuatro a seis horas. Otra opción es el alquiler de coche. Viajar en coche desde lugares como Nogales hasta Phoenix toma alrededor de tres horas. Esta opción brinda la libertad de horarios y rutas, aunque requiere asegurar todos los documentos necesarios para cruzar la frontera.

Aunque no existen trenes directos entre México y Arizona, se puede considerar un viaje combinado que incluya el tren dentro de México seguido del alquiler de un coche en una ciudad fronteriza. Este enfoque puede ser menos común y requiere una planificación más detallada, pero puede ofrecer una alternativa para aquellos que prefieren evitar los costos aéreos.